La dicha es ese voto secreto y perpetuo que las personas, hacia el
cual tienden todos sus esfuerzos, como sus pensamientos y emociones, enemigo de
la desventura, el optimismo, es el camino mas seguro y más fácil hacia la
dicha.
Si las personas
refinaran el discernimiento, crecería notablemente su felicidad. Con la
felicidad; tan solo gozamos de aquello que podemos discernir, y nuestro
discernimiento depende de la educación recibida y de la experiencia pasadas así
como de las inclinaciones congénitas.
En realidad, la
alegría humana, lo de dichoso que se nos ha otorgado se compone de infinidad de
leves, medianas y fuertes sensaciones gratas. El optimismo consiste en advertir
su paso y las une sucesivamente para que se sufra lo menos posible solucionando
su continuidad. Es pues, inútil, recorrer el mundo en busca de la dicha. Ella
gira a nuestro alrededor. Lo mejor es esperarla con calma y saberla tomar
oportunamente.
Que cierto es.
ResponderEliminarUn saludo